🤖 Sexteo, deseo y goce

27/06/2022
Hola, ¿cómo sigue todo por allá? Las tecnologías fueron habilitando nuevas formas de explorar nuestros vínculos sexoafectivos y también nuestros cuerpos, entonces que se confunda el sexting con el delito de difusión no consentida de material íntimo honestamente me des-tru-ye. Lo vi en un par de artículos de un medio español donde el horror asoma nomás en los títulos: Sexting, cuando la víctima es vista como un objeto de mofa y Sexting en España: un delito en auge y de difícil control.
Ambas notas se refieren, por un lado, a la serie Intimidad (recién estrenada en Netflix), que gira en torno a la historia de dos mujeres: Malen, quien ve peligrar su carrera política por la publicación de un vídeo filmado por terceras personas mientras está teniendo sexo con un varón; y Ane, que se suicida luego de que un video íntimo suyo circulara entre sus compañeros de trabajo (una historia que retoma el caso de Verónica, empleada de Iveco). Por otro lado, los artículos también hablan de la viralización de un video del actor español Santiago Millán con una mujer, que ocurrió estos últimos días.
Estos casos refieren a la difusión no consentida de material íntimo. El sexting es otra cosa.
El sexting no es un delito, es un derecho
El sexting o sexteo es la práctica de envío de mensajes de texto, imágenes o videos de contenido sexual o erótico a través del teléfono móvil o de otros dispositivos electrónicos, y por medio de las redes sociales, apps de mensajería y las de citas.
Es una práctica de autodeterminación y forma parte del ejercicio libre de nuestros derechos sexuales y reproductivos, que implican el bienestar individual, interpersonal y social de cada persona. Como todo derecho, tenemos que defenderlo y exigir que sea respetado, protegido y cumplido.
Al igual que en todo encuentro afectivo-sexual, la clave es el consentimiento. “Consentir implica saber claramente lo que quieres hacer, cómo lo vas a hacer y en dónde. Nunca permitas que alguien registre, almacene o publique material gráfico sexual tuyo sin que tengas claridad absoluta del proceso”, se puede leer en el sitio Acoso.Online.
Practicar sexting no tiene por qué ser riesgoso, ni mucho menos es algo que esté mal. Sí puede derivar en situaciones complicadas que atentan contra el derecho a la privacidad, el derecho a la libertad de expresión, los derechos sexuales y también los derechos digitales.
Por ejemplo, la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento (mal llamada pornovenganza), la publicación de datos personales sin autorización o la extorsión, son formas de violencia en las que, en la gran mayoría de los casos, las mujeres además de ser las víctimas se las culpabiliza. Hay todo un discurso estigmatizante en contra de la práctica del sexting que, de antemano, hace responsables a las mujeres de las posibles consecuencias negativas.
Sin embargo, el problema no es el sexting. El problema son quienes rompen los acuerdos previos y desestiman los derechos de la otra persona y también sus propias responsabilidades. El problema son también quienes se convierten en cómplices al continuar compartiendo un material que ni siquiera es propio. El problema es que nos quieren hacer creer que las mujeres no tenemos derecho al goce.
Escribí sobre sexting varios envíos atrás y después, junto con la ilustradora Chiara Barese, armamos unas viñetas para la revista Nro. 8 de Femiñetas, con algunos tips de autocuidado.

Sexteo, deseo y goce
Hace unos días desde CiberfemLab publicaron la investigación Sexteo y violencia machista digital en Guatemala, que tuvo como objetivo principal “identificar qué entienden o perciben las mujeres, mujeres cis, personas trans y no binaries, cuando hablan de sus experiencias al sextear”. El estudio indaga sobre los hábitos relacionados con la práctica, las plataformas y espacios digitales donde se practica, y también conocer las violencias que se experimentan.
Al mismo tiempo, el informe aprovecha la oportunidad para poner en palabras precisamente lo que se quiere silenciar. “Hablar de sextear es también hablar de la libre expresión de deseo y, por tanto, es entender también a nuestres cuerpes como territorios políticos en disputa”, afirman en el documento.
Tampoco es menor el contexto sociopolítico de Guatemala, donde están teniendo lugar varios retrocesos vinculados a Derechos Sexuales y Reproductivos que afectan a mujeres y personas LGBTIQ+. Entre ellos, la aprobación en julio de 2021 de la Política Pública de Protección a la Vida y la Institucionalidad de la Familia 2021-2032, que defiende la vida “desde la concepción”, vetando toda posibilidad de acceso al aborto seguro, libre y gratuito. También la Ley 5940, con dictamen favorable en diciembre del año pasado, establece “garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia contra los trastornos de la identidad de género”.
En este verdadero contexto opresivo para la expresión de la sexualidad y el género, el espacio digital y el uso de apps se han convertido en aliados para manifestarse. "Pensamos que una buena manera de luchar contra el tabú de hablar sobre gozar la sexualidad en Guatemala es referirnos a ella de manera actual", afirma el equipo de CiberFemLab.
En el documento, además del contexto y la metodología de la investigación, se explican los datos y hallazgos obtenidos a partir de una encuesta realizada, columna vertebral de la investigación. Entre los muchos temas que se abordan vas a encontrar las formas de practicar, gozar y disfrutar del sexteo, los acuerdos que implica y los sentimientos que despierta su práctica; el tabú, los mecanismos de control sobre los cuerpos y el miedo con el que se vive la sexualidad en Guatemala. También se presentan las violencias de género vividas por las personas que participaron de la investigación y la experiencia del colectivo CiberfemLab como acompañante de casos de violencia de género en línea.
Un trabajo enorme y a disposición para quienes quieran descargar, leer y compartir. Hacé clic en este link 😉

Para seguir con el tema, te dejo algunos links:
SendNudes, es el resultado de una encuesta realizada por el Observatorio de Derecho Informático Argentino (O.D.I.A) y MINKA, ambas organizaciones vinculadas a los derechos humanos y al uso responsable de la tecnología. Ahí vas a encontrar info valiosa (y los primeros datos que hay sobre el tema en el país), en torno a cómo se vive la intimidad a través de las redes sociales, qué sabemos sobre lo que pasa con el material que enviamos y cómo nos cuidamos y protegemos cuando practicamos sexting.
El episodio Hacemos sexting del podcast “Señoras de Internet” producido por la campaña Dominemos la Tecnología.
Materiales con info y consejos para descargar, como por ejemplo la guía de Codig Rights Safe Nudes o el Manual de Sexting elaborado por Mujeres Activando de Asuntos del Sur. También hay muchas webs, como Cyborgfeminista y Ciberseguras que ofrecen recursos y recomendaciones para la autodefensa y el autocuidado que nos ayude a habitar el espacio digital de manera libre y segura.
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Este fue el envío #50 de Siempre Cyborg Nunca Diosa. ¡Muchas gracias por llegar hasta el final! Si te llegó reenviado podés suscribirte en este link.
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Te mando un abrazo, nos leemos en 15 días.
Ivana.